¿Puede la lluvia provocar una erupción volcánica?

¿Puede la lluvia provocar una erupción volcánica?

La idea de que la lluvia podría provocar una erupción volcánica puede parecer extraña. Sin embargo, científicos de la Universidad de Miami, en EE.UU., han utilizado información de satélites, incluida la misión Copernicus Sentinel-1, para descubrir que un período de fuertes lluvias pudo haber desencadenado la erupción de cuatro meses del volcán Kilauea de Hawái en 2018.

Onda expansiva masiva: erupción del volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai

Onda expansiva masiva: erupción del volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai

Una espectacular onda expansiva masiva es captada tras la violentísima erupción del volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai.

Las imágenes de la erupción explosiva del volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai, en Tonga (Oceanía – Polinesia), están recorriendo el mundo. Una gigantesca explosión acompañando a la erupción, que además de un pirocumulonimbo masivo, ha provocado un tsunami.

En esta entrada recogemos animaciones satelitales de un interés científico enorme, además de su espectacularidad. Pendientes también de los efectos del tsunami.

La nieve cubre las cumbres de los volcanes más altos de Hawái

La nieve cubre las cumbres de los volcanes más altos de Hawái

Aunque la nieve no es un meteoro extraño en las cumbres más altas de los volcanes de Hawái, sí lo es la cantidad en que ha caído en los últimos días. En la imagen superior, aparece coloreada en azul. Se trata de una imagen adquirida por un satélite Sentinel-2 de la misión Copernicus. Un sistema de baja presión, perteneciente a un tipo muy particular, las Kona Lows, ha sido la responsable de este temporal.

El volcán Monte Miguel y sus fenómenos atmosféricos asociados

El volcán Monte Miguel y sus fenómenos atmosféricos asociados

El volcán Monte Miguel provoca a su alrededor curiosos fenómenos meteorológicos asociados a su actividad.

Monte Miguel, un estratovolcán activo en las Islas Sandwich del Sur, es visto con más frecuencia por pingüinos que por personas. Se encuentra en la isla Saunders, a unos 1600 kilómetros (1000) millas de la Antártida y 2400 kilómetros (1500 millas) de América del Sur, y no hay residentes humanos permanentes cerca.

Para los satélites que miran hacia abajo desde el espacio, la montaña suele estar oscurecida por las nubes. Aún así, el volcán de casi 1000 metros de altura encuentra con frecuencia una manera de formar un gran espectáculo.