Las buenas noticias duran poco: la capa de ozono se debilita en las latitudes más pobladas del Planeta.

Aunque hace pocas semanas os comentábamos se había confirmado una recuperación del agujero de la capa de ozono  sobre la Antártida, de tal forma que se había detectado incluso una ganancia durante los últimos años, ahora hemos conocido que la concentración de este gas esencial para la vida del Planeta ha empeorado en las zonas más habitadas.

La causa no está clara

El estudio de investigación publicado en la revista científica Athmospheric Chemistry and Physics no precisa las causas de esta disminución de la capa de ozono en latitudes medias de la Tierra.

Los científicos no han sido capaces de dar una respuesta al motivo por el que a pesar de la prohibición de los gases clorofluorocarbonos (CFCs) en 1989, la concentración de ozono en la parte inferior de la estratosfera siguió disminuyendo en esas zonas.

Datos en Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Finlandia

Para llegar a esta conclusión los investigadores utilizaron datos obtenidos a través de satélites meteorológicos durante las últimas tres décadas junto con métodos estadísticos avanzados y datos procedentes de centros en el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Finlandia, así como información cedida por la NASA.

Los científicos se sorprendieron por este descubrimiento, ya que sus modelos no mostraban esta tendencia mientras la emisión de CFCs sigue disminuyendo.

Una posible explicación

Los autores de la investigación apuntaron a dos posibles razones: por un lado, creen que el calentamiento global del Planeta está modificando el patrón de la circulación atmosférica, moviendo el aire de los trópicos de forma más rápida y más lejos en dirección polar, por lo que se forma menos ozono.

Por otro lado, plantean que sustancias de vida muy corta (VSLSs, en sus siglas en inglés) que contienen Cloro y Bromo están aumentando y podrían alcanzar, cada vez más, la parte inferior de la estratosfera, por ejemplo, como resultado de tormentas eléctricas de mayor intensidad.

https://youtu.be/PjPIFMaoSF4

Según los autores del estudio, estas sustancias pueden ser tanto de origen natural como industrial y algunas de ellas se utilizan para sustituir los gases CFC.

Preocupante pero no alarmante

El estudio considera que esta nueva realidad que ha desvelado el estudio de investigación «es preocupante pero no alarmante», ya que el retroceso que ahora se ha observado es «mucho menor» que antes del acuerdo de Montreal.

«El impacto del protocolo es indiscutible, tal y como se evidencia en la parte superior de la estratosfera y en los polos, aunque debemos mantener un ojo puesto en la capa de ozono y su función como filtro de rayos UV en latitudes medias fuertemente pobladas y en los trópicos», agregó el científico.

Impacto en la vida

Desde el Grantham Institute para el Cambio Climático y el Medio Ambiente del Imperal College de Londres nos advierten de que el daño potencial en latitudes inferiores puede ser incluso peor que en los polos dado que la radiación de UV es más intensa en estas zonas y están más pobladas.

Ciclo anual

Como hemos explicado en ocasiones anteriores, el aumento de los niveles de cloro en la atmósfera desde la década de los 1980 junto con uso de los  gases llamados cloroflourocarbonados (CFC) se formó un descenso en la densidad de la capa de ozono que cubre la Antártida.

Desde 1980, este agujero se expande durante la primavera del Hemisferio Sur (entre agosto y septiembre) y se reduce durante el otoño periódicamente.

Gracias a la prohibición internacional de este tipo de compuestos químicos, la capa de ozono se ha ido recuperando lentamente en las zonas polares. La capa de ozono protege a la Tierra de la peligrosa radiación ultravioleta que procede del sol y que puede causar cáncer de piel.