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Después de varios años en los que el agujero de la capa de ozono sobre la Antártida había mostrado síntomas de recuperación, la extensión registrada en 2015 invierte la tendencia y se trata de una de las más grandes jamás observada.

Según informa la Organización Meteorológica Mundial, el pasado 2 de octubre se midió una superficie de 28,2 Km2, lo cual supone la mayor extensión del agujero de la capa de ozono registrado para dicha fecha. Otros datos estadísticos registrados en las últimas semanas, confirman la mala noticia.

El mayor agujero observado tras 2000 y 2006

Además de registrarse el pasado 2 de octubre de 2015 el peor dato para dicha fecha de toda la serie estadística, las observaciones realizadas satelitalmente por la NASA nos indican que el promedio registrado para un período de 30 días consecutivos con la mayor extensión es de 26,9 millones de km2.

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Extensión del agujero de ozono el 2 de octubre de 2015

Esto significa que el agujero de ozono estimado en 2015 es el mayor jamás observado después de los agujeros de ozono registrados en 2000 y 2006.

El problema sigue existiendo

Desde la OMM advierten que aunque la situación se ha controlado desde que se pusieran en marcha las medidas acordadas en el Protocolo de Montreal, el problema del agujero de la capa de ozono sigue existiendo, por lo que los gobiernos de todo el mundo deben seguir alerta y llevando a cabo políticas medioambientales que permitan la recuperación de este gas estratosférico.

El agotamiento del ozono

Como hemos explicado en otras ocasiones, la capa de ozono estratosférica se encuentra a 25 kilómetros de altitud aproximadamente y nos protege de los rayos ultravioleta nocivos del Sol.

El agotamiento del ozono, se produce todos los años (de forma natural) durante la primavera del hemisferio sur, debido a las temperaturas extremadamente frías de la estratosfera y de forma artificial y acelerada, por la presencia de gases en la atmósfera que destruyen el ozono, como el cloro y el bromo.

Un vórtice polar fuerte ayudó a agrandar este año el agujero

Este año, el agotamiento de la capa de ozono sobre la Antártida comenzó relativamente tarde puesto el vórtice polar permaneció durante la noche polar tanto en julio como durante la mayor parte de agosto. A finales de agosto, cuando volvió a salir el sol en la región polar, dicho agotamiento cobró velocidad con rapidez.

La estabilidad del vórtice provocó bajas temperaturas en la estratosfera y una zona de nubes estratosféricas polares con un nivel de ácido nítrico superior a la media durante agosto y septiembre.

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Según los datos recabados por la OMM, la extensión máxima del agujero de la capa de ozono alcanzada en 2015 fue muy parecida a la de 2008 aunque con la diferencia de que en 2015, el vórtice ha permanecido a bajas temperaturas y estable, registrándose un transporte muy limitado de aire rico en ozono desde latitudes medias.

Ciclo anual

Como hemos explicado en ocasiones anteriores, el aumento de los niveles de cloro en la atmósfera desde la década de los 1980 junto con uso de los gases llamados cloroflourocarbonados (CFC) se formó un descenso en la densidad de la capa de ozono que cubre la Antártida.

Desde 1980, este agujero se expande durante la primavera del Hemisferio Sur (entre agosto y septiembre) y se reduce durante el otoño periódicamente.

Gracias a la prohibición internacional de este tipo de compuestos químicos, la capa de ozono se ha ido recuperando lentamente. La capa de ozono protege a la Tierra de la peligrosa radiación ultravioleta que procede del sol y que puede causar cáncer de piel.

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Posible repercusión en el clima

El agotamiento del ozono contribuye al enfriamiento de la estratosfera inferior, lo que a su vez provoca cambios en la circulación estival del hemisferio sur que ha sido estudiada por diversos grupos científicos en las últimas décadas, con los consiguientes efectos en la temperatura de la superficie, las precipitaciones y los océanos.

En el hemisferio norte, donde el agotamiento del ozono es menor, no se estima ninguna relación estrecha entre el agotamiento del ozono estratosférico y el clima troposférico.

Contrapartida de la eliminación de los CFC

La principal reducción de la capa de ozono se produjo tras la puesta en marcha de las medias del Protocolo de Montreal que consiguieron disminuir en un 90 % las emisiones de gases a base de clorofluorocarbono (CFC) utilizados en los productos refrigerantes, espumas, aerosoles y equipos de extinción de incendios.

Como contrapartida, mucho de esos gases fueron sustituidos por gases de efecto invernadero, trasladando en cierta medida el problema medioambiental a otro escenario.

Y es que los hidrofluorocarbonos (HFC), sustitutos de los CFC, aumentan en un 7% cada año y aunque no afectan a la capa de ozono contribuyen a aumentar la temperatura global de la Tierra como consecuencia del denominado efecto invernadero.

Hay que seguir trabajando

Según indica la NASA aún existen dudas sobre si un calentamiento de la temperatura de la estratosfera en la Antártida a largo plazo podría contribuir a la reducción de este agotamiento del ozono.

De hecho, actualmente los científicos están trabajando para determinar si la tendencia agujero de ozono en la última década es el resultado del aumento de la temperatura o bien de la disminución de cloro.

Un aumento de la temperatura de la estratosfera sobre la Antártida disminuiría el área del agujero de ozono.

Las estimaciones satelitales las mediciones basadas en tierra por diversas estaciones, muestran que los niveles de cloro están disminuyendo, pero sin embargo las mediciones de la temperatura de la estratosfera en esa región son menos fiables para realizar conclusiones de tendencias a largo plazo.

Datos relativos a 2015

Según se puede leer en el último boletín sobre el estado de la capa de ozono en 2015, en algunas de las estaciones recientes en las que se producía el agujero en la capa de ozono se observó un transporte importante de ozono por encima del rango de altitud de dicho agujero (de 12 a 21 km, aproximadamente) lo que, en los últimos años, ha hecho que la columna de ozono total alcance con frecuencia valores superiores a 220 unidades Dobson (el umbral para declarar que existe un agujero en la capa de ozono) pese a que en la región entre los 12 y los 21 km los niveles han sido muy bajos.

En 2015 aún no se ha registrado esa entrada de aire rico en ozono por encima del rango de altura donde se observa el agotamiento. La estabilidad del vórtice ocasiona la persistencia de los bajos niveles de ozono y ello en una época del año en que el ozono total suele aumentar y en que la extensión del agujero suele reducirse.

Posible repercusión en el clima

El agotamiento del ozono contribuye al enfriamiento de la estratosfera inferior, lo que a su vez provoca cambios en la circulación estival del hemisferio sur que ha sido estudiada por diversos grupos científicos en las últimas décadas, con los consiguientes efectos en la temperatura de la superficie, las precipitaciones y los océanos.

En el hemisferio norte, donde el agotamiento del ozono es menor, no se estima ninguna relación estrecha entre el agotamiento del ozono estratosférico y el clima troposférico.