Hola a tod@s,
El Miércoles 13 de septiembre, sobre las aguas del Mediterráneo se habían conjuntado ya desde el día anterior la mayoría de los ingredientes necesarios para la gestación de un nido de tormentas severas. Ahí estaba yo a la espera de la llegada de mi fenómeno favorito. Se dió la ciscunstancia de que con 36 horas de antelación me había atrevido a pronosticar la probabilidad de que se diera esta situación e incluso durante la madrugada anterior describí el como de la situación que esperaba. Por desgracia, a pesar de tenerlo tan claro, las obligaciones que todos tenemos, a mi me retuvieron en el despacho hasta que se formó la primera tromba en aguas del Garraf y eso supuso que las enormes dificultades en las comunicaciones, provocadas por las intensas lluvias de la noche anterior, me obstaculizasen de tal modo que lo que podría haber sido el mejor reportaje fotográfico de mi vida, quedara en algo mucho mas sencillo. :<<O Además por si fuera poco, mi oordenador portatil, mi herramienta básica de trabajo, dejó de funcionar dejándome a dos velas :<<O. Menos mal que gracias a un amigo, compañero del alma, que me ha dejado el suyo, he podido finalmente acabar por componer lo que a continuación vereis.
Alrededor de las 11:00 h locales el sistema tormentoso, hacía su aparición mediante estos fabulosos cumulo-nimbos cuya envergadura anunciaba su intensidad.
En tan solo tres minutos la evolución era impresionanteCastelldefels, 13 de septiembre a las 11:30 locales
Aquella mañana parecía estar bastante claro que la situación degeneraría en la formación, no sólo de mangas marinas, si no que éstas acabarían adentrándose en tierra en forma de tornados. A pesar de tenerlo tan claro, mis obligaciones laborales me hicieron estar en el despacho, mientras ahí fuera se gestaba el festival. Pero llegado el momento, cuando desde la ventana comprobé la presencia de un enorme embudo de cuyas dimensiones y longitud vertical pude sacar la conclusión de que tenía contacto con la superficie marina, ya no pude contener mas el impulso ...
... Y tras sacarle alguna foto desde la ventana, corrí a la calle a por mi coche.
El coche estaba aparcado al otro lado de la Avenida Constitución y nada más subirme a el, en dirección Sur pude ver como un segundo tornado cruzaba la misma avenida a la altura de La Raconada
Era bastante débil y prácticamente no se veía en su totalidad. Conduje en su dirección aunque con muchos problemas pues los demás conductores por contra, no tenían la misma intención de acercarse, incluso detenían sus vehículos lo que me obligó a tener que ir realizando adelantamientos constantes, ralentizando sobremanera mi avance. A todo esto, mientras tanto, una intensa cortina de precipitación, agua y granizo hizo disminuir aún más la visibilidad y aumentó considerablemente el caos. Imaginaos para poder avanzar por ahí enmedio.Tenía que salir de aquel lugar y encontrar un camino que me permitiera acceder con mayor celeridad a un punto de vista adecuado. Pero al llegar a la altura del nuevo puente que comunica la Avda. constitución con Can Bou y que me habría permitido llegar antes, me encontré con que este estaba cortado por inundación, así como el acceso a la autovía. Fue en aquel momento cuando pude ver a mi izquierda la impresionante imagen de los cuatro embudos girando y moviéndose con una fuerza inusual. Quise detenerme a hacer una foto, pero el tráfico y la situación del mismo, me hicieron ver que ello habría sido poner en peligro la integridad de otras personas, así que con todo el dolor del mundo desistí de aquella imagen que probablemente habría sido de las mejores que he captado...
Un poco mas tarde, aprovechando la ralentización del tráfico intenté hacer alguna foto por la ventana izquierda. El efecto de la lluvia y la imposibilidad de encuadrar y enfocar, provocaron que la imagen so sea nítida pero permite ver uno de los tornados. Este es el que se adentró por Gavá Mar causando daños que mas tarde veremos.
Entonces, tuve que conducir hasta Bellamar desde donde pude acceder al puente que une este barrio con la playa, cruzando la autovía, la autopista y las vías del tren. Al llegar a la playa aún había una tromba marina cuyo embudo en la base de la nube era descomunal y aunque parecía fragmentarse o acabar antes de llegar a la superficie marina, la cantidad y el gran diámetro del agua que levantaba era clara elocuencia de su devastadora fuerza en aquel momento.Tras sacar algunas fotos a esta tromba decidí recorrer el Paseo Marítimo durante los 7 u 8 kilómetros que me separaban hasta Gavá mar para así intentar seguir los tornados que seguro aún debían encontrarse por allí.
Crucé calles inundadas y superé de nuevo demasiados obstáculos hasta que al fin accedí al puente que cruza la Autovía y de ese modo pude tomar el angosto y anegado camino agrícola desde el cual ya el año pasado fui testigo de la formación del súper-cúmulo tornádico. Una de las mangas había entrado en tierra, se abrió paso entre los pinos dejando su huella en forma de surco y algunos esos pinos cayeron sobre alguno de los edificios de apartamentos allí ubicados.
Continuó su evolución cruzando las tierras agrícolas de Gavá y Viladecans hasta llegar a Sant Boi. Durante el anterior recorrido fue bastante veloz pero al llegar a Sant Boi se quedó unos cuantos minutos sobre la misma zona, del polígono industrial donde ya el año pasado un tornado causara daños considerables.
El tornado aparentemente aparecía y desaparecía , aunque sus efectos eran visibles en la cantidad de restos que se veian volar en rotación.
En estas imagenes se puede apreciar como el tornado se lleva el techo de una edificación industrial como si de una bomba se tratase.
Cuando parecía que por fín el tornado de Sant Boi se había disuelto, otro tornado entraba en mi punto de vista a la altura del Prat.
Este tornado parecía ser de elevada intensidad y fuerza y al igual que los primeros, su embudo era de gran envergadura.
Mientras en Sant Boi, cuando ya lo daba por finalizado, el tornado ”invisible” seguía haciendo de las suyas .
Sobre Sant Boi aún se mantenía la rotación ciclónica que instantes antes había provocado el tornado. Este fue uno de los motivos que me hizo dudar cuando quise conducir tras el tornado del Prat, ya que tenía que pasar bajo esa rotación y en cualquier momento podía descender de nuevo y cogerme de lleno. Pero pude pasar sin problemas y ya de camino hacia el Prat, mirando hacia el Norte pude ver otro tornado descender sobre los edificios, al otro lado del río Llobregat. Este es el que debió dirigirse hacia Sant Feliu. Al ver esta imagen se me erizó el vello al pensar en los efectos que podría provocar sobre la población.
Quise correr hacia este nuevo tornado, ya que el del Prat se veía disiparse aunque de nuevo me encontré con calles cortadas, otras en obras o inundadas y dado que era una hora casi punta, el denso tráfico y los interminables atascos pusieron un forzoso fin a mi persecución.
Del mismo modo que las aguas siguen un cauce, hay sistemas tormentosos independientes o aislados de una situación depresionaria general, que al no estar bajo la corriente de arrastre de una fuerza mayor, siguen sus propios caminos, invisibles para nosotros pero que para ellos existen y son como un desfiladero que los guía por donde las corrientes de aire generadas por factores geológicos, térmicos y de humedad, componen los elementos que inciden en su configuración activa e incluso los re-alimentan. Esos cauces que marcan la vía a través de la cual nos vienen las tormentas, son autenticas
"ramblas" para las trombas y los tornados. Y del mismo modo que debemos tomar precauciones con las ramblas de agua en situaciones de inestabilidad activa ( da igual que se construyan pueblos y ciudades, edificos o carreteras. El agua, cuando se convierte en una fuerza desatada, siempre reivindica su cauce ), debieramos preveer una actitud semejante ante este otro tipo de rambla, mas peligrosa por cuanto más indefinida y subjetiva es a nuestros ojos.
Un Saludo,
Manuel - Cyklon
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