Imagen visible de alta resolución. Satélite TERRA (sensor MODIS), 21 de noviembre de 2016.

Imagen visible de alta resolución. Satélite TERRA (sensor MODIS), 21 de noviembre de 2016.

En esta entrada vamos a analizar la última hora del temporal, que afecta ya a la práctica totalidad del país, así como su posible evolución en los próximos días, ya que los modelos meteorológicos apuestan por una continuidad del tiempo inestable. ¡Por fin podemos hablar de lluvias para todos!

El satélite TERRA de la NASA, con su sensor MODIS, nos deja la imagen meteorológica del día: profunda borrasca Petrine (así bautizada por el Departamento de Meteorología de la Universidad de Berlín) muy cerca del extremo más occidental de Francia; un extenso frente frío recorriendo las mitades sur y este de la Península; y la enorme descarga fría tras el frente, caracterizada por nubosidad cumuliforme repartida a modo de sarpullido, muy característico.

Esta descarga fría no es más que una enorme advección de masas de aire frío polar marítimo en cuyo seno se desarrolla nubosidad convectiva por inestabilización en su recorrido marítimo hacia latitudes más bajas.

Así pues, la inestabilidad es generalizada, y cuyos efectos los estamos siguiendo en el foro de debate, en el seguimiento meteorológico para las Islas Canarias, y para el resto de España.

Las bajas presiones nos van a seguir acompañando durante los próximos días, estacionarias debido al bloqueo impuesto por altas presiones que irán ocupando posiciones al norte de nuestro país.

Incluso la Agencia Meteorológica Británica, más conocida como MetOffice, también se hace eco de las enormes cantidades de lluvia que se pueden recoger en algunas zonas debido a la persistencia de las bajas presiones, de aquí al próximo jueves.

Campo isobárico de superficie y anomalías correspondientes, previstos por el modelo GFS para el 25 de noviembre de 2016, 00 UTC.

Campo isobárico de superficie y anomalías correspondientes, previstos por el modelo GFS para el 25 de noviembre de 2016, 00 UTC.

Este mapa nos puede servir para ilustrar lo comentado hasta ahora, a corto plazo, ya que hablamos de tan solo 4 días vista, utilizando una de las salidas más sólidas del modelo GFS, que es la de las 12 UTC.

Pero nos llama poderosamente la atención lo que puede acontecer a más largo plazo (y por tanto hablaremos de tan solo una posibilidad, al menos por ahora).

Campo isobárico de superficie y anomalías correspondientes, previstos por el modelo GFS para el 2 de diciembre de 2016, 12 UTC.

Campo isobárico de superficie y anomalías correspondientes, previstos por el modelo GFS para el 2 de diciembre de 2016, 12 UTC.

Y es que el modelo apuesta por una situación anómala de altas presiones muy marcadas, formadas en latitudes polares y árticas, que provocarían la formación de un  auténtico pasillo de borrascas sobre el Atlántico Norte, desembocando en la Península Ibérica.

A pesar de este llamativo escenario, el modelo europeo IFS del ECMWF no lo acompaña, apostando por otro muy distinto con un anticiclón de las Azores mucho más poderoso y echándose encima de la Península.

Por lo tanto, nos centraremos en la situación actual y en la de los próximos 4 o 5 días, que vendrán marcados por una acusada inestabilidad, y por la continuidad del temporal invernal.