La Organización Meteorológica Mundial ha hecho público su informe climático sobre el estado del clima durante 2017 en todo el Planeta. Un año en el que la OMM destaca que fue el que mayor número de pérdidas económicas relacionadas con fenómenos meteorológicos y climáticos extremos ha producido en la historia.

Respecto a los eventos meteorológicos extremos el organismo internacional recalca que fue una temporada ciclónica muy activa en el Atlántico Norte, las grandes inundaciones causadas por los monzones en el subcontinente indio y continuas sequías graves en zonas del África Oriental.

Uno de los tres años más cálidos de la historia reciente

En el documento que podéis consultar en este enlace, se confirma que 2017 fue uno de los tres años más cálidos de los que se tienen datos y el más cálido sin haber tenido influencia del fenómeno de El Niño.

Durante el pasado año se registraron temperaturas medias mundiales de alrededor de 1,1 °C por encima de los niveles preindustriales.

Tendencia cálida irrefutable

Otros dos datos preocupantes destacan la tendencia cálida que se viene registrando durante los últimos años: la temperatura media mundial del período comprendido entre 2013 y 2017 ha quedado como la media quinquenal más elevada jamás registrada y los nueve años más cálidos jamás registrados se han dado a partir de 2005 y los cinco más cálidos de todos ellos a partir de 2010.

En el Ártico se observaron temperaturas excepcionalmente altas, mientras que las zonas densamente pobladas del hemisferio norte se vieron afectadas por fríos de especial crudeza y tormentas de invierno devastadoras.

Australia y la Argentina padecieron olas de calor extremas, la sequía siguió azotando a Kenya y Somalia, y Ciudad del Cabo (Sudáfrica) se enfrentó a una gran escasez de agua que aún no ha solucionado.

El CO2 sigue aumentando su nivel en la atmósfera

Durante el último cuarto de siglo, las concentraciones de CO2 en la atmósfera han aumentado de 360 partes por millón (ppm) a más de 400 ppm. Todo hace indicar que estos niveles tan inusuales se mantendrán durante varias generaciones.

Según las investigaciones paleoclimaticas indican que las mediciones directas del CO2 atmosférico durante los últimos 800.000 años han indicado variaciones naturales de entre 180 y 280 ppm.

Repercusiones socioeconómicas

Como indicábamos al principio de la noticia, durante 2017 se produjeron numerosos desastres con grandes impactos económicos evaluándose un total de pérdidas por desastres provocados por fenómenos meteorológicos en 320.000 millones de dólares de los Estados Unidos, la mayor cuantía anual jamás registrada.

La temporada de huracanes del Atlántico Norte fue la más costosa de la historia de los Estados Unidos y destruyó décadas de logros en materia de desarrollo en pequeñas islas del Caribe, como Dominica.

De acuerdo con las estimaciones de los Centros Nacionales de Información Ambiental, las pérdidas totales en los Estados Unidos causadas por los huracanes Harvey, Irma y María ascendieron a 265 000 millones de dólares.

El Banco Mundial estima que los daños y pérdidas totales ocasionados por el huracán que azotó Dominica alcanzan los 1 300 millones de dólares o el 224 % de su producto interno bruto.

En 2016 los desastres meteorológicos obligaron a 23,5 millones de personas a desplazarse. Como en años anteriores, la mayoría de esos desplazamientos internos estuvieron asociados a crecidas o a tormentas y ocurrieron en la región de Asia-Pacífico.

El comportamiento térmico de los océanos

La temperatura en la superficie del mar a escala mundial en 2017 estuvo ligeramente por debajo de los niveles de 2015 y 2016, pero fue la tercera más cálida jamás registrada. El contenido calorífico de los océanos, que es una medida del calor existente en las capas superiores de los océanos hasta los 2.000 metros, alcanzó nuevos niveles máximos sin precedentes en 2017.

Evolución de la criosfera en 2017

A lo largo de 2017, la extensión del hielo marino se situó muy por debajo de la media del período 1981-2010 tanto en el Ártico como en la Antártida. La extensión máxima de hielo marino del Ártico en invierno fue la más baja recogida en los registros satelitales. El valor mínimo estival fue el octavo más bajo registrado. Sin embargo, debido a la lenta congelación, la extensión del hielo marino volvió a descender a unos valores mínimos casi sin precedentes para el mes de diciembre.

La extensión del hielo marino de la Antártida se ubicó en niveles mínimos jamás registrados, o cerca de ellos, a lo largo de todo el año.

El cambio del balance de masa del manto de hielo de Groenlandia entre septiembre y diciembre de 2017 estuvo cerca de la media. Aunque se produjo un aumento global de la masa de hielo, esto tan solo constituye una pequeña desviación con respecto a la tendencia general a la baja observada en los dos últimos decenios, durante los cuales, desde 2002, el manto de hielo de Groenlandia ha perdido cerca de 3.600.000 millones de toneladas de masa de hielo.

La extensión del manto de nieve del hemisferio norte estuvo cerca o ligeramente por encima de la media del período 1981–2010 durante la mayor parte del año.