El Giro de Beaufort, un enorme remolino que gira en contra de las agujas del reloj al Norte de Alaska y Canadá, se está descontrolando, y ello podría terminar por modificar de forma sustancial la capacidad del Ártico para almacenar hielo y nieve cada invierno así como la forma de distribuirlo hacia el Atlántico Norte.

Según un estudio de investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), este hecho podría acelerar el derretimiento de la banquisa ártica, enfriar las aguas que bañan Europa y anticipar los cambios que los modelos climáticos prevén a largo plazo en el Hemisferio Norte: un tiempo más variable, fresco y húmedo fundamentalmente en Europa Occidental.

¿Qué es el Giro de Beaufort?

El Giro de Beaufort se trata de una corriente marina rotativa enorme que se mueve al Norte de Alaska.

Hasta el momento ha mostrado un comportamiento predecible: durante una parte del ciclo se acumula allí una amplia masa de hielo marino que se entremezcla agua fría y más ligera.

Esa especie de gran lenteja de hielo espeso y estable parte hacia el Atlántico cada 5 a 7 años, cuando cambia el ciclo del Giro.

Fundamental en el clima de Europa

Es cuando el ciclo se invierte y el agua fría y ligera almacenada en el Giro marcha hacia el Atlántico Norte, ralentiza el flujo de agua cálida de la corriente del Golfo y enfría Europa.

A su vez el Ártico se vuelve más templado y húmedo.

Es decir, como hemoscomentado muchas veces, cuando elÁrtico se calienta, Europa se enfría; ya sea por circunstancias naturales oforzadas por el calentamiento global del Planeta.

Pero diferentes grupos de científicos han constatado que en los últimos años el giro de Beaufort se comporta de manera extraña: gira más deprisa y acumula cada vez más agua pobre en sal.

Las aguas cálidas profundas han aumentado

En diferentes estudios de investigación se ha constatado que el contenido cálido de las aguas profundas se ha duplicado en las últimas décadas. Concretamente, en el mar de Chukotka, al norte del estrecho de Bering, entre Alaska y Siberia.

Un mar que empieza a mostrarse más libre de hielo en períodos cada vez más largos y que al ser  poco profundo el sol lo calienta especialmente (hasta cinco veces más que hace treinta años)

Cuando esa masa de agua caliente y salada se hunde bajo la capa de agua dulce del mar de Beaufort, introduce en las aguas profundas mucha energía térmica, modificando el Giro.

Con menos hielo, el Giro de Beaufort se acelera

En el estudio de investigación del MIT se indica que con menos hielo disponible para controlar el Giro de Beaufort, la corriente se ha acelerado en los últimos años, acumulándose más hielo marino y expandiéndose tanto en volumen como en profundidad.

Y si la temperatura global del Planeta sigue aumentando y todo este proceso se magnifica, los investigadores creen que el mecanismo que rige el giro disminuya, aumentando cada vez más la velocidad de giro.

Hacia un nuevo régimen

En ese supuesto, el Giro evolucionaría hacia un nuevo régimen, como si se tratara de una bañera desbordada que liberaría grandes volúmenes de agua dulce y fría al Atlántico Norte, entorpeciendo aún más la Corriente del Golfo y por tanto enfriando aun más el clima de Europa

Para los investigadores es evidente que esta capa de hielo cambiante en el Ártico está cambiando el sistema que está impulsando el Giro de Beaufort, y está cambiando su estabilidad e intensidad.

Precedentes recientes

Y no estamos hablando de ciencia ficción.  Este comportamiento ya ha ocurrido, en los años 1970 cuando el contenido salino de Atlántico Norte disminuyó bruscamente

De hecho, los datos indican que casi la mitad de los inviernos más fríos habidos entre 1950 y 2010 se produjeron durante esa anomalía.

Referencias: