El miedo a volar está fundamentado para muchas personas en los múltiples riesgos que pueden acontecer durante el vuelo. Uno de ellos es la caída de rayo durante una tormenta en un avión.

Pero como ocurre con otras posibles circunstancias adversas, el impacto de una descarga eléctrica en el fuselaje de un avión no entraña ningún peligro.

Hay muchos ejemplos

Un ejemplo muy ilustrativo es el vídeo que encabeza esta noticia filmado hace varios años en el aeropuerto de Amsterdam cuando un rayo impactó en un avión que partía hacia Lima.

La razón: el avión se comporta como una jaula de Faraday y el campo eléctrico asociado al rayo se transmite por el exterior del fuselaje y no hacia el interior.

Se puede afirmar con total seguridad de que no ha habido un accidente aéreo comercial causado directamente por un rayo desde 1967.

1 rayo cada 1.000 horas de vuelo

Hay una estadística que indica que un avión sufre la descarga de un rayo cada 1.000 horas de vuelo y sin embargo no tenemos noticias de que estos aparatos sufran daños debido a estas descargas eléctricas tan potentes.

Aunque sí es cierto que según donde impacte el rayo, un avión puede sufrir algún tipo de daño, como podría ser el fallo del radar meteorológico del aparato que normalmente va en el morro del avión.

Quizás sea más dañina una tormenta de granizo, como pudimos ver en estas imágenes hace ya varios años…

Una jaula de Faraday

La razón es muy sencilla y tiene su explicación en uno de los múltiples hallazgos que realizó acerca del estudio de los campos eléctricos el físico Michael Faraday.

El físico y químico británico demostró que una carga eléctrica se acumula solo en el exterior de un conductor cargado, sin importar lo que haya en su interior.

Es decir, las cargas eléctricas  se distribuyen en la superficie exterior de tal manera que los campos eléctricos internos se cancelan. Un efecto de barrera que es conocido como jaula de Faraday.

Un avión es seguro ante una descarga eléctrica

Por ello, el fuselaje de los aviones, las turbinas y los tanques de combustible, cumplen estas teorías formuladas por Faraday y son aparatos seguros ante una tormenta.

Como se observa en este vídeo, ni siquiera es necesario contar con un fuselaje cerrado para que la carga eléctrica no se transmita al interior, incluso esta podría aislar al interior a través de una malla metálica bien apretada y conectada.

Similar en un vehículo

De igual forma en un coche se podría aplicar este principio, aunque en este caso podrían darse algunas circunstancias que no cerraran bien la caja.

Es fundamental que para que nos encontremos a salvo dentro de un vehículo durante una tormenta las ventanillas estén cerradas, puesto que cualquier flujo de aire hacia el interior del habitáculo haría pasar la descarga eléctrica hacia dentro, rompiéndose la caja de Faraday.

Salvo algún defecto en la estructura del vehículo, el coche debería también comportarse como una caja de Faraday y pese a que los neumáticos actúen como aislantes del campo eléctrico respecto al suelo, el rayo impactar en él sin dañar a sus ocupantes.

Un ejemplo es este vídeo grabado en el programa de la BBC, Top gear -llamado ahora The Grand Tour-, cuando el presentador Richard Hammond quiso experimentar cómo pasaban hasta 800.000 Voltios sentado en un Volkswagen Golf:

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