Vuelve la estabilidad atmosférica a España.  El frío, la nieve y la lluvia han sido protagonistas en los últimos días de enero y en el arranque de febrero en muchos puntos de España. Pero ha sido un espejismo.

En muchas regiones, como podrían ser las Islas Canarias, áreas del Sur, Centro y Este peninsular, las precipitaciones han escaseado en las últimas semanas y se agradecería un período húmedo importante. Pero de momento, no llegará. Nos lo explica Mario Fernández.

Llegó el esperado frío pero…

Con febrero ya iniciado hay que decir que este mes no comienza, precisamente, con los mejores augurios meteorológicos. El paso de Helena y su posterior arrastre de aire frío ha provocado nevadas en cotas bajas en todo el tercio norte peninsular.

En el resto del territorio peninsular y tras el paso de un activo frente frío el jueves y viernes, el tránsito al norte de Helena se ha dejado notar en forma de fuertes rachas de viento y algo de nieve en los sistemas Central y Béticos.

Pese al calentamiento estratosférico, las teleconexiones no fueron efectivas

En el plano de las teleconexiones, hay que decir que a pesar de que la AO se haya mostrado negativa durante el tramo final de enero ello no ha implicado que la NAO haya sido arrastrada también a la caída y se ha mantenido neutra o ligeramente positiva durante gran parte de enero:

Hay bastante unanimidad entre sus distintos ensembles en que en la primera quincena de febrero tenderá a mantenerse neutra o ligeramente positiva. La AO sí tiende a un fuerte ascenso, en cambio.

Situación sinóptica actual

Como ya se ha indicado por estos análisis en multitud de ocasiones y tras la «resaca» del fortísimo desalojo de aire ártico hacia Norteamérica, el Chorro Polar tiende a fortalecerse (AO con tendencia a subir) y el anticiclón de las Azores tendrá tendencia a fortalecerse hacia el oeste peninsular (AO con tendencia a ascender y NAO con tendencia a mantenerse ligeramente positiva).

Aunque la AO y la NAO no dejen de ser conceptualizaciones útiles, ello explicaría en buena parte el hecho de que, tras las entradas de aire frío en el ámbito peninsular, el anticiclón azoriano se recomponga inmediatamente al oeste e imponga su particular tiranía sobre el panorama meteorológico peninsular.

¿Por qué persiste el anticiclón?

El anticiclón de Azores forma parte del cinturón de altas presiones subtropicales que se extiende por ambos hemisferios y su rearme y estacionamiento al oeste peninsular se deduce como un corolario matemático de las premisas de la circulación general atmosférica.

De todos es conocido el hecho de que en latitudes ecuatoriales el aire se calienta más que en regiones polares. En las latitudes ecuatoriales este aire calentado sube.

Una vez arriba se va enfriando y va descendiendo hacia las latitudes polares. Se comprende de esta forma y así también lo comprendieron aquellos que plantearon las primeras formulaciones de la circulación general atmosférica que en el Ecuador se instala una zona de bajas presiones y en los polos una zona de altas presiones.

Los westerlies

Sin embargo, este esquema tan simple deja sin explicación alguna el por qué en latitudes medias se dan los llamados vientos del oeste, los llamados westerlies.

Es aquí donde entra en acción la llamada fuerza de Coriolis que desvía a este aire del ecuador al polo hacia la derecha haciendo que lo que en principio era un viento del sur pase a ser del sudoeste.

Mutatis mutandis, el aire frío acumulado en el polo norte, tenderá a desbordarse por el polo y en este desbordamiento entra en marcha la fuerza de Coriolis que lo desviará hacia la izquierda pasando a ser una corriente del nordeste.

El encuentro de estos vientos de dirección suroeste y nordeste forman el llamado frente polar, una zona de convergencia en superficie en el que el aire se ve obligado a ascender y formar bajas.

Cinturón anticiclónico persistente

Y como no hay zonas de convergencia en superficie sin que previamente se den zonas de divergencia también en superficie, el circuito se cierra con el llamado cinturón de altas presiones tropicales del que el anticiclón de las Azores forma parte.

A la vez, el cinturón de altas presiones constituye el manantial de los vientos alisios que, soplando por el flanco oriental de los anticiclones subtropicales en el hemisferio norte, surte de aire a la zona de convergencia intertropical.

Así se explica «grosso modo» la persistencia del cinturón de altas presiones subtropicales y, por ende, del anticiclón de las Azores.

Su existencia, pues, es un dictado de la circulación general atmosférica a nivel hemisférico.

Es esta circulación general la que distribuye los superávits de calor ecuatorial hacia las regiones polares consiguiendo de esta forma un equilibrio siempre precario y presto a romperse siempre y son de estas rupturas, momentáneas las más de las veces y más duraderas las menos, de las que depende en buena parte de la Península el que llueva o no llueva, haga frío o haga calor…

Situación meteorológica actual

Echemos una ojeada ahora a la situación actual a las 11 UTC según meteocentre:

Al oeste tenemos al azoriano emergiendo y con cota de 1033 hPa mientras parece haberse formado una mesoalta sobre el oeste de Galicia. La baja Helena se encuentra ya sobre el Adriático.

Los trenes de bajas circulando por encima del paralelo 50ºN mientras a niveles altos se introduce la dorsal por el oeste peninsular. De cara a mañana la dorsal se reafirma y el anticiclón se instala sobre la misma vertical del solar ibérico:

El aire frío sigue en retirada por el Mediterráneo y comienza una advección cálida a niveles medios y altos sobre la Península que harán subir las temperaturas máximas.

Dicha situación se repetiría, con muy escasas variaciones, también el martes:

Situación atmosférica para el miércoles

Sería ya de cara al miércoles cuanto el anticiclón pasaría por un debilitamiento momentáneo:

Se puede colgar sin ningún tipo de escrúpulo la salida determinista a 72 horas porque la predecibilidad es muy buena en todo el entorno peninsular.

Monotonía rota el jueves

El jueves se rompería un poco la monotonía meteorológica con el tránsito de un débil frente frío que sólo dejaría algunas gotas hacia el tercio norte peninsular:

Tras el tránsito frontal, con mucha más pena que gloria, volveríamos a un régimen de flujo del noroeste en altura:

Vigilando la predecibilidad

Como se observa en los mapas y de cara al viernes, la predecibilidad es tanto más buena cuanto más hacia el sur peninsular.

Y de cara al sábado y al domingo próximos, un frente aún demasiado en el aire, podría estar configurándose resultado de una profundización de una, todavía, hipotética baja:

Conclusiones

Y es todo cuánto hay para esta semana que recién hemos comenzado: situación anticiclónica sólo alterada por algún tránsito frontal en el tercio norte.

Esto es lo que puede decirse objetivamente hablando…y subjetivamente, como mera opinión personal, es que, estadísticamente hablando, febrero es un mes muy variable, un mes que en cierta forma representa un tránsito hacia una dinámica más primaveral y que tendrá su consumación en marzo y abril.

Dicho de otra forma: estadísticamente es muy difícil que la dorsal atlántica y su anticiclón azoriano echen anclas hacia el oeste y ahí permanezcan durante todo el mes.

Independientemente de lo que digan los siempre cambiantes pronósticos semanales y mensuales, el hecho es que aún queda la segunda mitad del invierno y seguro que algo tendrá que decir, pero esto ya se irá contando.

A día de hoy, efectivamente, febrero ha comenzado con los peores augurios para los amantes del frío y las precipitaciones.