Las previsiones estacionales del Centro Europeo para los próximos meses se han vuelto a actualizar y los mapas siguen hablando de un otoñoinvierno más bien húmedo y templado, continuando la tendencia que venía sugiriéndose desde elverano.

A corto plazo, parece que va a seguir el régimen de precipitaciones más o menos abundantes en nuestra zona, al no aparecer en nuestro entorno bloqueos anticiclónicos en el Atlántico o en el Mediterráneo Occidental para que sigan llegando nuevas borrascas.

Bajas presiones potentes en el Atlántico

Todo parece indicar, con las lógicas reservas que este tipo de pronósticos generan, que durante noviembre y diciembre las bajas presiones van a continuar mandando en el Atlántico Norte Oriental, es decir, en las proximidades de la Península Ibérica y Canarias.

De esta forma, con los vaivenes normales que sufre la circulación atmosférica en nuestra latitud durante esta época del año, las borrascas seguirán acercándose a nuestro entorno.

Si observamos la animación superior, que recoge las anomalías de presión anivel del mar entre noviembre y marzo, se observa lo que se comenta,apareciendo luego, en enero, una anomalía de altas presiones acusada en Europa,quedando en febrero de nuevo las bajas presiones activas por nuestra latitud.

Anomalías de temperatura

Con este panorama, para los próximos meses, no se dibujan anomalías de temperatura destacadas en el entorno de España.

Repetimos: esto no quiere decir que este tipo de modelos descarten episodios de frío intensos, pues las previsiones estacionales dibujan anomalías a nivel global para largos períodos de tiempo.

Anomalías de precipitación

En los siguientes mapas elaborados por el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo observamos que a más corto plazo, se detectan anomalías de precipitación positivas acusadas hacia el noroeste peninsular, siendo más suaves en el resto del tercio norte con la salvedad de la cornisa cantábrica donde se darían anomalías negativas bastante pronunciadas.

Esto denotaría un predominio de un patrón de vientos del sur o suroeste y el típico efecto Foehn propio de este régimen de vientos en el Cantábrico.

Diciembre, podría ser muy húmedo en el suroeste y en gran parte de la Península, lo que está sugiriendo el modelo que quizás dominen los temporales del Suroeste.

Posteriormente, febrero y marzo también se dibujan propensos a las lluvias en buena parte del territorio tras un enero más rácano en este sentido.

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