Tras un período de inactividad de ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico Norte, la temporada de huracanes 2020 está volviendo a despertar. Esta reactivación de la actividad ciclónica responde al avance del verano, cuando el máximo climático lo encontraremos entre finales de agosto y principios de septiembre.

La tormenta tropical Gonzalo avanza por la Región de Desarrollo Principal, RDP, hacia las Antillas Menores. Se prevé que alcance las islas convertido ya en un huracán. Mientras tanto, la depresión tropical 08L, se formaba ayer en el Golfo de México. En este caso, se prevé que se intensifique durante el día, alcanzando el grado de tormenta tropical Hanna.

Estos dos sistemas llevan a la temporada de huracanes 2020 a una actividad sin precedentes a estas alturas del año. Si bien es cierto, que hasta ahora, los ciclones tropicales que se han formado han sido relativamente débiles, y con ciclos de vida muy cortos.

La Región de Desarrollo Principal, Caribe y GOM, convertidos en una bomba de relojería.

Partamos del hecho de que, nunca antes desde que se tienen registros (año 1850), se había formado el 7º ciclón tropical nombrado tan pronto en una temporada. Se trata de Gonzalo, que alcanzaba dicho grado en la jornada de ayer. El récord anterior lo ostentaba Gert, el 24 de julio del célebre 2005.

Las comparaciones con la histórica temporada de huracanes atlánticos de 2005 es inevitable. Y es que la temporada de 2020 ya la supera en número de ciclones nombrado. Sin embargo, hay importantes diferencias, que ya iremos viento si son o no determinantes.

La más importante es que ya, a estas alturas en la temporada de 2005, se habían formado 3 huracanes de los cuales, 2, habían alcanzado el grado de gran huracán o huracán mayor (categoría 3 o superior, en la escala de Saffir Simpson). De momento, ninguno de los ciclones de la presente temporada han alcanzado el grado de huracán. Gonzalo, previsiblemente, lo hará en las próximas horas.

Estas diferencias se ponen de manifiesto en la gráfica de Energía Ciclónica Acumulada, Accumulated Cyclonic Energy, ACE. En dicha gráfica, en verde aparece la evolución de la misma durante la temporada de 2005; en rojo, la de la presente temporada 2020; en negro discontinuo, la media climática.

Así, mientras que en la temporada de 2020, se ha alcanzado la 7ª tempestad atlántica nombrada más pronto que en 2005, aquélla había generado ya 56 unidades de ACE para el 22 de julio. En 2020 y para la misma fecha, tenemos 8 unidades de ACE, cuando la media climática es de 7. El ACE

La depresión tropical 08L en el Golfo de México está previsto que se convierta en tormenta tropical a lo largo del día de hoy, tomando el nombre de Hanna. De hacerlo, sería un nuevo récord: la 8ª tempestad más temprana en una temporada. El récord actual lo ostenta Harvey, que tomó su nombre el 3 de agosto de 2005.

A partir de todos estos datos comentados hasta ahora, prestemos atención al mapa contenido en el tuit superior. Es un mapa BRUTAL, y perdonen el término coloquial.

Las áreas cubiertas por el color rojo más intenso son zonas que están marcando las anomalías positivas más extremas de temperatura superficial de las aguas oceánicas (siglas en inglés, SST, Sea Surface Temperature). Vemos que son prolíficas por toda la RDP y que marcan anomalías nunca antes registradas a estas alturas del año. Y esto, ¿qué significa? Es evidente: riesgo de una hiperactividad ciclónica en la zona.

Pero, sobre todo, un altísimo potencial de que los ciclones tropicales que se desarrollen sobre esas aguas sufran procesos de rápida intensificación (RI), a nada que las condiciones atmosféricas (niveles de cizalladura vertical del viento, polvo sahariano o SAL, entre otros) sean favorables.

Hay razones para estar preocupados.

Al hilo de lo que acabamos de comentar, de una RDP extremadamente recalentada a estas alturas del año, Ryan Maue pone de manifiesto cómo Gonzalo podría sufrir uno de estos procesos de RI. Esto, a pesar de que hoy el ciclón tropical parece afectado por aire seco.

El NHC pronostica que Gonzalo se convertirá en huracán dentro de las 24 horas, pero si usted es un creyente del modelo HWRF, y yo lo soy, entonces será aún más optimista con una intensidad máxima a quizás mayor intensidad (100 nudos). El máximo de NHC es un huracán de 70 nudos (Categoría 1). El HWRF 18Z inicializó a Gonzalo con una presión central de 999 hPa y vientos de 40 nudos, pero rápidamente lo intensifica a 964 hPa en 39 horas. El modelo tiene una separación de cuadrícula de 1,5 km del nido interior, por lo que es el modelo operativo de mayor resolución utilizado por los pronosticadores hoy para huracanes que se unen al HMON. El pequeño tamaño de Gonzalo debería favorecer una tormenta más intensa ya que se ha observado un ojo naciente en imágenes de satélite de microondas.

Ryan Maue: https://weather.substack.com/p/july-22-2020-tropical-update

De cumplirse esos pronósticos, las pequeñas islas de las Antillas Menores podrían sufrir un fuerte envite de este ciclón tropical.

Se espera que una nueva depresión en el Golfo de México se convierta en la tormenta tropical Hanna el viernes por la mañana. La historia de Hanna será una fuerte lluvia con 2-4 pulgadas, actualmente pronosticada para la costa de Texas y tierra adentro. El Golfo de México estará cubierto de nubes y lloverá durante un período de tiempo. Los vientos serán de 35 a 45 nudos, por lo que una mezcla significativa de la superficie del océano generará olas y, en general, un mal clima de tráfico marino. Esto podría proporcionar un ligero freno en las temperaturas de la superficie del Golfo de México y mezclar un poco de agua más fría.

Ryan Maue: https://weather.substack.com/p/july-22-2020-tropical-update

Como dice Ryan, se presume un resto de temporada apasionante, que esperemos no provoque muchos daños, ni materiales ni personales. Pero, ya veremos si no se tendrá que volver a usar el alfabeto griego, como ya ocurriera en 2005, para nombrar nuevos ciclones tropicales a finales de temporada…