Enjambres de supercélulas tornádicas entre Texas, Luisiana y Misisipi, vistos a través del canal visible del GOES-Este. 13 de abril de 2019, 16 UTC.

Una Depresión Aislada en Niveles Altos, o como bien conocemos ya todos, DANA, ha dado origen a una oleada de tormentas y tornados en los estados del sur de los USA.

Las particulares características de Norteamérica hacen que, con la presencia de una DANA provocando inestabilidad atmosférica, la convección profunda se dispare, generando multitud de fenómenos meteorológicos adversos asociados.

10 tornados reportados y dos fallecidos.

La oficina de Memphis del Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos indicaba esta mañana, a través de la red social Twitter, la muerte de dos personas a consecuencia de un tornado en el condado de Monroe.

En la imagen, se observan diferentes productos de radar, destacando en el primer recuadro arriba a la izquierda, el viento Doppler. Este producto identifica los vientos que se alejan/acercan (y su velocidad) respecto de la tormenta, permitiendo identificar tornados.

La red de radares meteorológicos de que se dispone en los Estados Unidos es una de las más avanzadas del mundo. Son capaces de trabajar en resoluciones extraordinarias. Tanto, que pueden detectar los escombros levantados por un tornado, y generar imágenes volumétricas sensacionales, a través de los programas informáticos que ingieren sus datos.

Algunas de las tormentas de ayer, claramente supercélulas tornádicas, fueron capaces de crear incluso dos tornados simultáneos con una separación de tan solo 3 millas (unos 4,8 kilómetros).

Vistos a través de radar, ambos estaban generando TDS (Tornado Debris Signature). Es decir, levantando escombros, los cuales fueron detectados por los radares.

Enjambres de supercélulas tornádicas.

Esta animación es espectacular, y no os la podéis perder. Está generada con imágenes visibles de alta resolución a intervalos de 1 minutos. A la vez, se van añadiendo las observaciones de fenómenos meteorológicos adversos asociados (Centro de Predicción de Tormentas). En este caso: viento severo (W), granizo severo (H) y tornados (T).

Acercándonos a algunas de estas supercélulas tornádicas, y observándolas desde arriba con la ayuda de satélites como el GOES-Este (denominado anteriormente GOES-16), se descubren detalles espectaculares.

Por ejemplo, la formación de ondas gravitatorias en el yunque de los enormes cumulonimbos. Y otra, que no pasa desapercibida para el ojo experto, habituado a ‘saborear’ estas animaciones: la rotación ciclónica de la estructura nubosa. Fenómeno que se identifica mejor cuando se es capaz de ver la evolución de la animación sin fijarnos en un punto concreto. Siendo capaces de observarla como un todo, con cada uno de los detalles a la vez, se puede llegar a percibir la helicidad que rige su movimiento (movimiento de un sacacorchos: en sentido antihorario, y ascendente).

Si la misma animación se crea, mezclando dos canales, el visible y el infrarrojo con falso color y temperatura de los topes nubosos, aún se puede extraer más información incluso.

Por ejemplo, las cimas sobresalientes (overshootings) del yunque de los cumulonimbos, se colorean en tonos blanquecinos. Esto expresa las temperaturas extremadamente bajas que se alcanzan en esa zona. Valores tan bajos equivalen a corrientes ascendentes muy intensas (convección profunda), responsables de esas cúpulas nubosas.

Su identificación en tormentas es equivalente a severidad. Es decir, tormentas muy intensas, productoras de granizo grande, lluvias torrenciales, vendavales y tornados.