A finales de noviembre, las altas temperaturas que se registraban en Barrow, Alaska, provocaron un hecho insólito: los datos de esta estación desaparecieron automáticamente de la red de registros de la NOAA al marcarse como erróneos por la aplicación de la agencia estadounidense.

Su software consideró que las anomalías térmicas eran tan elevadas que los sensores estaban funcionando incorrectamente y por tanto, se eliminaron sus datos del conjunto de observaciones que la NOAA utiliza para realizar sus informes climáticos. Al menos sirvió para demostrar que el sistema de calidad de dicha red es óptimo.

Anomalías térmicas muy acusadas

Aquellos días en Barrow, la ciudad más septentrional de Estados Unidos registró temperaturas anormalmente altas para la época del año.

Una situación que se está repitiendo con demasiada frecuencia en los últimos años pero que esta vez provocó una situación anómala en la red de monitoreo climático de la NOAA.

Y es que en apenas 17 años desde 2000, la temperatura media de octubre en Barrow ha subido 7.8 ºF. La temperatura de noviembre es de 6.9 ºF. El promedio de diciembre se ha calentado 4,7 ºF. No es de extrañar que los datos estuvieran marcados.

Algoritmos de búsqueda de datos incorrectos

Desde la NOAA informan que en su red de monitoreo cuentan con algoritmos  que tienen la misión de generar las series climáticas limpias de datos erróneos. No es extraño que una estación meteorológica, en un momento determinado, empiece a emitir datos incorrectos debido a un mal funcionamiento de alguno de sus sensores.

Sin embargo, en esta ocasión la estación meteorológica de Barrow tenía todos sus sensores funcionando correctamente.

El Ártico una zona muy sensible

Como os hemos informado en otras ocasiones el Ártico se trata de la zona del Planeta que está sufriendo de forma más acusada el calentamiento global del Planeta pues allí se está amplificando la subida térmica que en otras regiones no es tan acusada.

El Ártico se está calentando más rápido que cualquier otro lugar en la Tierra y Barrow está en el corazón de esta zona: con cada vez  menos hielo marino para reflejar la luz del sol, la temperatura alrededor del Polo Norte se está disparando.

Justo esa semana, los científicos informaron que  el Ártico tuvo su segundo año más cálido, sol por detrás de 2016, junto con el nivel más bajo de hielo jamás registrado. El anuncio se produjo en la reunión anual de la Unión Geofísica Americana a través de un  informe que estaba encabezado por un titular alarmante: «El Ártico no muestra signos fiables de regresar a la región congelada que fue en  las últimas décadas».

Para los científicos especialistas en el bioclima del Ártico, los cambios en aquella región del Planeta se extienden más allá del hielo marino y por ejemplo, extensas extensiones del antiguo permafrost se han reducido a lodo.

Por si no fuera poco, especies no nativas de plantas que crecen solo en climas más cálidos, se están extendiendo a lo que solía ser la tundra ártica. En ninguna parte este reverdecimiento del Ártico ocurre más rápido que la vertiente norte de Alaska, observable con claridad de alta resolución en las imágenes de satélite de NOAA.

Referencias:

https://www.washingtonpost.com/news/capital-weather-gang/wp/2017/12/12/barrow-is-warming-so-fast-algorithms-removed-the-data-because-it-seemed-unreal/?utm_term=.19cf7b13b05c

https://www.climate.gov/news-features/blogs/beyond-data/alaskan-north-slope-climate-change-just-outran-one-our-tools-measure