El enorme incendio del norte de California, a vista de satélite. Obsérvese los frentes de llama y el terreno calcinado en color marrón oscuro. También el penacho de humo, orientado de NE a SW. Satélite Sentinel-2. Crédito: Agencia Espacial Europea.

El incendio de California ya es considerado como el peor de su historia, tras calcinar más de 500 kilómetros cuadrados, y provocar la muerte de 31 personas. Más de 200 permanecen desaparecidas, y los daños materiales se cuentan por millones de dólares.

Las imágenes que llegan desde esta parte de los Estados Unidos son desoladoras. Como ya ocurriera en Portugal o en Grecia, ha habido conductores que han perecido atrapados por el fuego en la carretera. Y también mascotas y animales salvajes han muerto, víctimas de las llamas.

Un incendio avivado por condiciones meteorológicas favorables.

Tanto la imagen con la que hemos dado encabezado a la noticia, como la animación mostrada en el tuit superior, permiten observar el desplazamiento del humo procedente del incendio, orientado de noreste a suroeste.

Esto quiere decir que el viento sopla del noreste en toda la zona. Probablemente, la zona ha sido azotada por los llamados vientos de Santa Ana. Vientos de tierra, que al interactuar con las zonas montañosas de la región, se vuelven cálidos y secos, y pueden llegar a alcanzar grandes velocidades.

La orografía de la zona y la incidencia de estos vientos pueden (y han podido) contribuir a propagar las llamas con una enorme virulencia.

Tornados y remolinos de fuego.

En diversos puntos del enorme incendio se han detectado la formación de remolinos de fuego.

Se trata de violentos remolinos que al formarse en el seno de los incendios, fruto del aire extremadamente caliente en ascenso por convección, absorben sus llamas, produciendo los mal llamados tornados de fuego o firenados.

No obstante, la formación de auténticos tornados de fuego es perfectamente posible, y ya los hemos visto en otros graves incendios de este año en este estado.

Se forman cuando los penachos de calor que emanan de estos enormes incendios se topan con una capa atmosférica inestable y con condiciones favorables de cizalladura vertical del viento para la formación de supercélulas.

De este modo, el calor que emana del incendio da lugar a un pirocúmulo. El pirocúmulo, al encontrar condiciones inestables y de cizalladura del viento, sigue creciendo hasta convertirse en pirocumulonimbo. Y, de ahí, en una pirosupercélula, que puede dar lugar a un tornado. Si este tornado toca tierra donde están las llamas del incendio, pueden dar lugar a un fenómeno sin igual y extremadamente peligroso: un tornado de fuego o real firenado.

Como hemos dicho, este fenómeno se produjo en el también gravísimo incendio que se produjo en California el pasado verano, y que permaneció activo durante semanas.

De nuevo, conductores atrapados en la carretera.

Tal como indica Ignacio en su tuit, de nuevo volvemos a asistir a la desgracia de conductores que se han visto atrapados en las carreteras por la tormenta de fuego asociada al incendio.

Aquí podemos ver, con asombro, lo que se encontraron los conductores que consiguieron salir vivos de la trampa mortal… Tal como dice este hombre, casi murieron en Paradise, California… ¡tremendo!

Algo falla cuando es posible que los conductores se vean atrapados en tales circunstancias. O bien la falta de medios bloqueando las carreteras, falta de información y/o también, falta de concienciación por parte de esos mismos conductores, que deberían ver estas imágenes y evitar acercarse por carretera a incendios como este.