Mientras la banquisa ártica ha alcanzado su mínimo anual, en el Polo Sur la banquisa antártica aún no ha llegado a su máximo de 2017 y todo parece indicar que esa superficie quedará entre las cinco más bajas del registro.

Para confirmar esta previsión del NSIDC tendremos que esperar unas jornadas más pues este máximo ocurre habitualmente entre finales de septiembre e inicios de octubre. Esperemos que el dato no sea tan pobre y haya una corrección a la mejora, como ha ocurrido con el máximo de la banquisa ártica hace unos días.

Probable quinto peor dato

Las proyecciones climáticas del NSIDC indica que la extensión máxima la banquisa antártica para 2017 estará entre las cinco más bajas del registro por satélite, siguiendo la inercia de las superficies medidas en 2015 y 2016 que representaron un cambio brusco a la tendencia de las años precedentes, rompiendo una racha de máximos récord en 2012, 2013 y 2014.

18 millones de kilómetros cuadrados

Concretamente, a mediados de septiembre la superficie helada en el Polo Sur era de 18 millones de kilómetros cuadrados, medio millón por debajo (aproximadamente) que la mediana de 1981 a 2010.

Las observaciones satelitales revelan que el hielo marino l hielo marino está por debajo de la extensión típica en el sector del Océano Índico, el norte del mar de Ross y el norte del mar de Weddell, y ligeramente por encima de la media en la región norte del mar de Amundsen.

La última tendencia indica que entre el 9 de septiembre y el 17 de septiembre de 2016, el hielo marino antártico perdió cerca de 100.000 Km2 de hielo marino por día.

Peor que las previsiones

A juicio de los científicos del NSIDC, lo más destacable sobre la salud la cubierta de hielo en la Antártida en estos momentos es que tras tres décadas de resultados alcistas, se haya producido  una disminución mucho mayor de lo que los modelos habían pronosticado. Se intuía que tarde o temprano, a consecuencia del calentamiento global del Planeta, esto podía ocurrir, pero no de forma tan acelerada.

Para el organismo estadounidense es demasiado pronto para hablar de una inversión a largo plazo en el comportamiento del hielo marino antártico. Las disminuciones observadas en los últimos dos años proporcionan datos importantes para probar las diversas hipótesis que los científicos han presentado para explicar por qué la Antártida la cobertura de hielo marino había aumentado, en general, entre 1979 y 2015.

Una visión conjunta

Con los últimos datos sobre la mesa, si sumamos las extensiones de hielo marino antártico y ártico mes a mes a través del registro de satélite, es evidente  que a nivel global la Tierra ha estado perdiendo hielo marino desde finales de los años 70 en cada parte del ciclo anual de crecimiento y decaimiento del hielo y tras los datos de septiembre, el acumulado de enero a agosto, ha experimentado un nuevo récord mensual bajo en las extensiones globales de hielo marino.