La degradación del ecosistema del Ártico por la retirada del hielo

Como os informamos semanas atrás, el pasado mes de marzo-2015 registró la menor extensión de hielo en el Ártico desde la década de los años 1970, cuando arrancaron los registros satelitales de la banquisa ártica.

Este dato, unido al deterioro del espesor de la capa de hielo que aún queda, está dificultando la vida de ciertas especies animales de la zona, así como la economía pesquera de las comunidades de aquella región del Planeta.

Unos datos preocupantes

Jornadas atrás os indicábamos que la superficie máxima de la banquisa ártica en 2015 se había quedado 14,54 millones de kilómetros cuadrados, un registro que quedó 1,1 millones de kilómetros cuadrados por debajo de la media contabilizada entre 1981 y 2010.

A esto le unimos que la tasa de disminución de la superficie de hielo para el mes de marzo es del 2,6% por década desde finales de 1970 y que el inicio del repliegue de la capa de hielo se ha adelantado entre dos y tres semanas, desde mediados de marzo a finales de febrero, en los últimos años, de acuerdo a los últimos datos reportados por el NOAA

Cambios en la economía y el ecosistema de la zona

Esta tendencia ha provocado diversos cambios en el ecosistema y la economía de la zona.

La degradación del ecosistema del Ártico por la retirada del hielo

Por ejemplo, las modificaciones que han sufrido las rutas marítimas, la pérdida de rentabilidad de la pesca así como los perjuicios para la fauna local de la zona (en especial los osos polares) y diversos cambios en la explotación de recursos naturales y las comunidades nativas de Alaska.

Según un informe emitido la Universidad de WisconsinMadison el clima de la zona está provocando que hacia lo que potencialmente podría ser un Ártico sin hielo en verano cerca del año 2040.

Fauna vulnerable

Por otra parte, desde el Programa de Vigilancia y Evaluación del Ecosistema Pesquero de Alaska, se alertó esta semana de los crecientes problemas que afrontan las comunidades nativas en el norte de Alaska para llevar a cabo su pesca de subsistencia de ballenas ante el menor grosor del hielo en el mar de Chukchi.

Por ejemplo, los osos polares, se están replegando hacia el continente ante la incapacidad de sobrevivir sobre capas de hielo cada vez más frágiles y donde la comida les aporta menos grasa, algo imprescindible para soportar y sobrevivir a los duros inviernos polares.

La degradación del ecosistema del Ártico por la retirada del hielo

Desde estos organismos se advierte de que los efectos de la reducción de la capa de hielo no son exclusivos del Ártico y las regiones cercanas, sino que la influencia es importante en el clima del resto del Planeta: modificaciones en la circulación zona, la formación de huracanes o en la conservación del hielo del tercer polo (la cordillera del Himalaya).