El uso de las redes sociales como una excelente herramienta para la observación y el aporte de datos en el campo de la meteorología es un hecho evidente. La eclosión de canales como Twitter (fundamentalmente) o Facebook, posibilita que de manera instantánea aficionados, profesionales e incluso personas ajenas a esta ciencia, informen en tiempo real de las condiciones meteorológicas en su localidad.

Cuando sucede alguna situación meteorológica adversa, los reportes se multiplican. Para estudiar este fenómeno, científicos de la Universidad Carlos II de Madrid han evaluado el impacto de este tipo de herramientas para el seguimiento, evaluación y predicción de los daños económicos provocados por desastres naturales.

Un estudio de investigación pluridisciplinar

El estudio de investigación al que nos referimos ha sido publicado en la revista científica Science Advances y en él han participado científicos del ICTA (National Information Communications Technology Australia) y de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) junto con investigadores de la Universidad madrileña.

Estudio pormenorizado de un caso: Huracán Sandy

Para llevar a cabo el trabajo, los investigadores estudiaron el impacto que tuvo en Twitter el paso del Huracán Sandy en 2012, que como os hemos informado en cazatormentas.net fue uno de los que mayor impacto económico causó en Estados Unidos.

El análisis se centró en la recopilación de cientos de millones de tuits geolocalizados que hacían referencia a este tema en 50 áreas metropolitanas estadounidenses.

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Seguimiento en tiempo real

Analizando los tuits lanzados aquellos días, se encontró una evidente relación entre la ruta que siguió el huracán y la actividad que provocó en las redes sociales, en las que los ciudadanos se comunicaron e informaron acerca del desastre.

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Sobre el impacto económico

La principal conclusión del estudio llega al cruzar los datos de actividad en redes sociales con los datos de las cuantías de ayudas concedidas por la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) y las reclamaciones a los seguros:.

Los investigadores hallaron una correlación entre la actividad social media per cápita en las redes sociales y entre los daños económicos per cápita que provocan estos desastres en las zonas donde se produce dicha actividad.

Dicho de otra forma las amenazas reales y percibidas, junto con los efectos económicos de los desastres físicos, son directamente observables a través de la intensidad y composición del flujo de mensajes de Twitter.

El impacto de otros desastres naturales

Según se puede leer en el informe, estas conclusiones obtenidas en el caso de Sandy son extrapolables en otros casos de inundaciones, olas de frío o calor, tormentas, tornados… en cualquier parte del mundo. La comunicación en Twitter permite localizar en tiempo real las zonas de riesgo y prever de alguna forma el impacto económico que pueden acarrear dichos eventos meteorológicos severos.

Referencia: http://advances.sciencemag.org/content/2/3/e1500779