La atmósfera está en un continuo cambio, una evolución a corto, medio y largo plazo… Y un ejemplo de ello es la conclusión a la que han llegado un grupo de científicos de Francia y España que han comprobado que las precipitaciones de granizo han aumentado en el Sur de Europa durante las últimas décadas.

Además, el estudio de investigación indica que están aumentando de frecuencia las tormentas con granizos más grandes, mientras que disminuyen las granizadas débiles.

El entorno atmosférico actual favorece más las granizadas

El trabajo ha estudiado la frecuencia de las granizadas en Francia y España desde 1948 a 2015, observándose una evolución hacia un entorno atmosférico que favorece el aumento de este fenómeno meteorológico.

Aunque es sabido que el granizo es muy irregular en el espacio y en el tiempo y que existen pocas bases de datos largas y homogéneas para estudiar sus tendencias, los investigadores han estudiado series de más de 25 años de datos de granizadas recogidas ininterrumpidamente en Francia.

Para ello han usado los denominados granizómetros, una serie de sensores que permiten registrar las caídas de granizo de los que la red Anelfa proporciona más de 1.000 de este tipo de estaciones.

El estudio de investigación realizado por científicos del Grupo de Física Atmosférica del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de León, la Universidad Complutense de Madrid, Anelfa y del centro de investigación de Toulouse ha sido publicado en revista Atmospheric Research, ha comprobado que por ejemplo, solo en la región pirenaica ha aumentado la frecuencia de caídas de granizo registradas en los últimos 25 años.

La evolución de las granizadas en España

Puesto que en España no se tienen series largas de registros de granizo que permitan extrapolar y crear tendencias significativas, los investigadores han buscado relaciones entre campos atmosféricos y caídas de granizo, relacionando situaciones atmosféricas que eran favorables a la aparición de tormentas de granizo.

Y se observó una tendencia significativa en los últimos 60 años hacia entornos más favorables para que se formen tormentas de granizo. No obstante, para los investigadores dicha relación no se tiene que traducir necesariamente en un aumento de la frecuencia de granizo registrado en el suelo, ya que hay más factores que se deben de tener en cuenta, como la fusión del granizo en su caída desde la nube.

Más granizo grande, menos granizo menudo

El efecto del calentamiento global en el granizo se traduce en que aun produciéndose un mayor número de tormentas con potencial de granizo, en muchas de ellas el sólido meteoro se acaba fundiendo antes de llegar al suelo y solo las tormentas más severas y con granizo más grande acaban llegando a la superficie.

Los investigadores analizaron distintos estudios para confirmar que las granizadas más severas, las que implican granizos más grandes, están aumentando, mientras que las menos severas no aumentan o disminuyen.

De hecho, el aumento en las condiciones favorables para las tormentas de granizo que se ha observado en este estudio no se ha traducido en un aumento en la frecuencia observada de granizo en todos los lugares, solo en las regiones pirenaicas elevadas, lo que sugiere que el efecto de fusión, que es más notable en áreas de baja elevación, ya que en zonas elevadas la superficie está más cerca del nivel de congelación, puede estar contrarrestando la frecuencia de granizo en zonas de baja altitud, al aumentar el nivel de la isocero.