Una investigación afirma que la Corriente del Golfo en las últimas décadas está en su momento más débil

La Corriente del Golfo registra durante las últimas décadas la mayor situación de debilidad de los últimos 1.000 años.

Tras hacer una reconstrucción de la evolución de esta enorme cinta transportadora de agua en el Atlántico Norte, un grupo de investigadores ha constatado una situación de agotamiento no conocida en la era moderna.

La desaceleración durante el siglo XX no tiene precedentes en el último milenio y es probable que esté relacionada con el calentamiento global.

La importancia de la Corriente del Golfo

Como bien es sabido, la Corriente del Golfo mueve el agua caliente del Atlántico Norte hacia el Oeste de Europa, proporcionando calor y humedad a la atmósfera, como si fuera un regulador térmico de esta región del Planeta.

Esta Corriente mueve casi 20 millones de metros cúbicos de agua por segundo, casi cien veces el flujo del Amazonas

Por otra parte, los sumideros resultantes de las aguas más frías y densas se hunden y vuelven al Sur a una gran profundidad para finalmente salir a la superficie en los trópicos, donde el ciclo, conocido como la circulación del Océano Atlántico Meridional, comienza de nuevo.

Entre los mares de Islandia y Groenlandia se produce el intercambio de calor capaz de cambiar la densidad del mar, de forma suficiente para que las aguas superficiales más frías se hundan y el ciclo continúe.

Precisamente, el mayor intercambio aire-océano se produce en el borde del hielo marino.

Observada una burbuja fría en el Atlántico Norte

Esta desaceleración se asocia con una burbuja de agua fría observada en el Atlántico Norte en los últimos años, de la que os hemos hablado en alguna que otra ocasión.

Una desaceleración de la Corriente del Golfo de casi un 15%

La investigación revela una desaceleración de alrededor del 15 % desde mediados del siglo XX.

Por este y otros motivos se le vincula con el calentamiento global causado por la actividad humana.

El estudio indica que se la Corriente se mantuvo relativamente estable hasta finales del siglo XIX y con el final de la pequeña edad de hielo alrededor de 1850 más el arranque de la actividad industrial, decayó.

Una segunda desaceleración se ha observado en la segunda mitad del s. XX.

Cómo realizaron el estudio

Puesto que las mediciones de la Corriente del Golfo directas en curso comenzaron en 2004, los investigadores aplicaron un enfoque indirecto.

Para ello usaron los denominados datos proxy: datos indirectos, como testigos del pasado, recopilados de archivos ambientales naturales como anillos de árboles, núcleos de hielo, sedimentos oceánicos y corales o incluso, de registros de barcos.

Convección profunda

Este debilitamiento está originado por lo que se denomina convección profunda.

Las diferencias en la densidad del agua del océano provocan los movimientos verticales y traslacionales de la corriente oceánica.

El calentamiento global perturba este mecanismo: el aumento de las precipitaciones y el mayor derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia añaden agua dulce a la superficie del océano.

Es decir, se reduce la salinidad y, por tanto, la densidad del agua, inhibiendo el hundimiento y debilitando así el flujo de la corriente.

A ello habría que sumarle el enfriamiento que provoca en una gran zona la burbuja oceánica fría que se ha detectado desde hace unos al Sur de Groenlandia.