Una investigación pone en duda que se estén produciendo cambios en las corrientes del Atlántico Norte

Un estudio de investigación pone en duda que se estén produciendo cambios en las corrientes oceánicas del Atlántico Norte.

Este posible efecto del calentamiento global del Planeta, es uno de los factores que más investigaciones han dado lugar, casi siempre apostando por una alteración de las corrientes marinas.

Las hipótesis establecían que la llegada de agua dulce y fría desde el Polo Norte al Atlántico alteraría la Corriente del Golfo y con ello el clima de Norteamérica y Europa Occidental.

¿Cambios en las corrientes del Atlántico Norte?

Este trabajo pone en duda que las variaciones en la densidad en corrientes profundas del Atlántico Norte durante el invierno, se traduzcan en alteraciones de la circulación oceánica.

El estudio muestra que las observaciones realizadas durante cuatro años a partir de 2014 en el Atlántico norte subpolar no revelan nada anómalo.

Hallazgos inesperados

Los investigadores opinan que no se aprecian signos de un fuerte enfriamiento invernal en la superficie del océano.

Tampoco respecto a la densidad de las corrientes fronterizas más profundas que se encuentran en las regiones occidentales del océano.

Los investigadores no hallaron ninguna relación visible entre los cambios en esas corrientes fronterizas occidentales profundas y las variaciones en la fuerza del AMOC.

La Circulación Meridional Atlántica

La Circulación Meridional Atlántica (AMOC – Atlantic Meridional Overturning Circulation) se trata de una corriente vital para la regulación del clima de la Tierra.

La AMOC que transporta el agua caliente de la superficie de las latitudes altas, donde calienta el aire y posteriormente se hunde y vuelve hacia zonas ecuatoriales.

Posee un flujo inferior de agua fría y densa que fluye hacia el Sur desde el Atlántico Norte.

Y otro flujo superior de agua caliente y salada que fluye hacia el Norte desde el Atlántico Sur, desde la Corriente del Golfo.

Es responsable de que en España gocemos de un clima bastante más suave que otras regiones del Planeta situadas a nuestra misma latitud.

Esta corriente tiene una relación directa con el comportamiento del Índice NAO, vital para el comportamiento atmosférico en nuestro país.

¿Cómo realizaron el estudio?

Para llegar a estas conclusiones, los científicos colocaron en 2014 equipos científicos en el Atlántico Norte subpolar (OSNAP) para observar estos procesos en tiempo real.

De confirmarse su hallazgo, estos inesperados resultados exigirán una reconsideración de la opinión de que los cambios profundos en los límites occidentales representan características cambiantes.

Hallazgos que podrían o no tener implicaciones para las proyecciones climáticas futuras, con las consiguientes consecuencias en la interpretación del llamado cambio climático pasado.