Los catastróficos incendios de Australia han puesto de moda este fenómeno: los pirocumulonimbos. Nube de tormenta tipo Cumulonimbo, pero con origen en incendios o en volcanes, como es el caso. De ahí su nombre: «piro» (fuego) y Cumulonimbo, la nube de tormenta.

Por su origen en un incendio o una erupción volcánica, también se puede denominar cumulonimbus calvus flammagenitus. Esto es debido a que las nubes se clasifican por especies, variedades y características especiales.

Hoy traemos a portada este espectacular caso que se ha dado este domingo en Filipinas. Y ha tenido origen en la erupción del volcán Taal, en la isla de Luzón.

Volcán Taal, inactivo desde 1977

Según Wikipedia, el volcán Taal entró en erupción por última vez en 1977. La lejanía temporal de esta erupción, junto con la violencia de la actual, hace que el fenómeno sea aún más significativo.

Otra gran particularidad de este volcán es su ubicación. Se encuentra dentro del Lago Taal, del que recibe su nombre. Pero el origen de este lago es una erupción mucho mayor, y se encuentra a 50 km. de Manila.

Una cámara cercana al cráter, ha conseguido captar el impresionante momento del inicio de la erupción, hoy 12 de enero de 2020.

Es evidente que, debido a su ubicación y la proximidad de importantes núcleos de población, el número de evacuados es ENORME.

¿Por qué se les denomina pirocúmulos?

Un pirocúmulo es un tipo de nube de desarrollo vertical, que se considera una variante de los cúmulos.

Aunque su nombre no está recogido de forma oficial por la OMM, esta denominación es de uso común y recibe dicha denominación porque es el fuego (pyros, en griego) el causante de las corrientes ascendentes y del vapor de agua que se combinan en la creación de la nube. De hecho, también aparecen en los incendios forestales de gran envergadura.

Pueden alcanzar tamaños enormes, como el de esta imagen, alcanzando el nivel de desarrollo vertical de las grandes nubes de tormenta.

A diferencia de los cúmulos o cumulonimbos, los pirocumulos no dejan apreciar su base plana, característica de dichas nubes de desarrollo vertical, debido al fuego y la humareda que existe en la zona de generación del calor.

Rayos y relámpagos espectaculares

Se suman varios factores. Por un lado los propios de una nube de tormenta (un cumulonimbo) la enorme altitud que alcanzan estas nubes y, la gran diferencia entre su base y la parte más alta.

Y por otra parte un agente fundamental: el hecho de que la nube esté copada de cenizas volcánicas, que generan abundante carga de electricidad estática como consecuencia del rozamiento de unas partículas con otras.

Tal como suele ocurrir en todos los pirocumulonimbos volcánicos, la actividad eléctrica está siendo frenética. Sencillamente impresionante al caer la noche en la región.

Los pirocumulonimbus

Cuando adquieren un desarrollo suficiente como para generar una tormenta eléctrica, pasan a llamarse pirocumulonimbus, ‘hermanos’ de los Cumulonimbus o nubes de tormenta que se forman de manera no forzada en la naturaleza.

El pirocumulonimbo del volcán Taal en perspectiva

Desde la superficie….. y, ¿cómo se verá desde el espacio exterior?

Tal que así, en modo visible y color natural, gracias al satélite Himawari – 8.

O así, a través del mismo satélite, pero con imágenes IR y falso color RGB (temperatura de los topes nubosos).

2020 comienza con una nueva exhibición de la Madre Naturaleza…