Bomba meteorológica sobre el centro de los Estados Unidos. Imagen de vapor de agua, 13 de marzo de 2019, 19 UTC.

Mientras en España seguimos sin ver llover, en los Estados Unidos ha tenido lugar un acontecimiento meteorológico singular: un proceso de ciclogénesis explosiva que se puede considerar histórico, por la intensidad que ha alcanzado y por el lugar donde se ha producido.

Recordando qué es una ciclogénesis explosiva…

Se trata de un tema recurrente cada año, cuando nos encontramos inmersos en la temporada de formación de profundas borrascas invernales en el Atlántico Norte, por el uso frecuentemente incorrecto y sensacionalista que se les da a estos conceptos, todos ellos referidos al mismo proceso meteorológico.

Una ciclogénesis explosiva o bombogénesis es un proceso meteorológico por el cual se forma una borrasca muy profunda en un periodo de tiempo relativamente corto.

Es decir, la borrasca que se forma a partir de este proceso sufre una caída de presión, o profundización, muy significativa en un periodo de tiempo relativamente corto.

Bomba meteorológica

Y la borrasca así formada puede recibir el nombre de bomba meteorológica, como la están denominando fuera de nuestro país, weather bomb. Incluso también se admite el de ciclón bomba o bomb cyclone.

De forma más técnica, existen criterios para evaluar estos procesos, y así poder identificarlos correctamente.

Se trata de valores umbral para poder definir un proceso de ciclogénesis como explosiva: Sanders-Gyakum (1980) las definieron como aquellas en las que la caída de la presión central en superficie en un periodo de 24 horas, es superior a 24 • senα / sen60, siendo α la latitud promedio del centro de la baja durante ese periodo (18 hPa / 24 horas, para 41º), siendo igualmente válidos, múltiplos de este ratio, es decir, la mitad del valor obtenido, para un periodo de 12 horas en vez de 24.

Otro criterio similar es el Carlson (1991), que establece un valor de 12 hPa / 24 horas, para 45º de latitud, siendo estos umbrales referidos a ciclogénesis atlánticas.

El ciclón bomba del 13 de marzo, histórico

Una vez que conocemos cuáles son los criterios para definir estos procesos, podemos hacernos una mejor idea de la magnitud del que nos ocupa, y por qué los meteorólogos norteamericanos la califican como «histórica».

Hay que tener en cuenta que la presión mínima central de la borrasca sufrió un descenso de 33 hPa en 24 horas, entre el martes y el miércoles pasados. Esto supera ampliamente los valores umbral definidos para calificar a este proceso de ciclogénesis como «explosiva».

Pero además, estos procesos casi siempre tienen lugar sobre los océanos. Y que se produzcan en el interior de un territorio terrestre tan enorme como Norteamérica, es algo completamente inusual.

El proceso se produjo a partir de la compleja interacción positiva entre una depresión en niveles altos (en inglés, upper level low) y una vaguada polar (en inglés, trough). La animación contenida en el tuit superior revela todo el proceso de una forma fantástica.

Pero esto no es todo. Parece evidente que la borrasca en proceso de rápida profundización fue capaz de generar incluso un chorro en aguijón o sting jet.

Así, observaciones en superficie indicaron rachas de viento entre 43 y 55 nudos (80 a 102 km/h), a las 14 UTC del miércoles entre el este de Colorado y noroeste de Kansas.

Estas rachas se quedan pequeñas con las registradas esa misma mañana en Dalas (78 mph, 126 km/h), Denver (80 mph, 129 km/h) o Colorado Springs (97 mph, 156 km/h).

Esto ocurría al mismo tiempo en que la presión de la borrasca bajaba hasta valores equivalentes a un huracán de categoría 2 en la escala de Saffir Simpson.

Tempestad de nieve adversa y una línea de tormentas severas

Los dos fenómenos meteorológicos adversos asociados al ciclón bomba. El primero, asociado a su parte «trasera» y fría; el segundo, a la parte delantera y cálida…

Evidentemente, una borrasca tan poderosa como esta, fue capaz de estimular una gran advección ártica por su flanco trasero, allí donde los vientos giran a norte, por su sentido ciclónico (antihorario) de giro.

De este modo, una vasta extensión de terreno que comprendió varios estados, sufrió los efectos de una tempestad de nieve adversa, lo que se conoce en inglés como blizzard.

En este sentido, según informaciones aparecidas en medios de comunicación americanos, hasta 1000 conductores se vieron atrapados en las autopistas del estado de Colorado, siendo necesaria la intervención de la Guardia Nacional.

Consecuencias en la población

El aeropuerto internacional de Denver se vio obligado a cerrar todas sus pistas y diversas autopistas interestatales también fueron cerradas en Wyoming, Colorado y Nebraska.

Mientras tanto, en el sector cálido del ciclón bomba, eran las tormentas las que arrasaban con todo a su paso, al ir organizadas en forma de línea de turbonada, con supercélulas embebidas incluso.

Gracias a la constante vigilancia del satélite GOES-Este, que mientras estuvo en fase experimental se denominó GOES-16, se puede observar cómo fue la evolución de este sistema tormentoso, a través de los rayos que fue generando.

Este sistema tormentoso, asociado al ciclón bomba, constituyó un DERECHO de libro. Y al llevar supercélulas embebidas, se formaron tornados mesociclónicos muy poderosos que provocaron grandes daños.