Los frentes nubosos: frío, cálido y ocluido

Los frentes nubosos se desplazan por nuestra atmósfera, asociados a sus borrascas y generando las precipitaciones a su paso.

En los mapas del tiempo podemos ver dibujados los distintos frentes nubosos: frío, cálido y ocluido. ¿Cómo se forman dichos frentes? ¿Qué consecuencias suelen tener en el tiempo? ¿Cómo identificarlos desde tierra?

Os respondemos a estas cuestiones básicas, fundamentales para entender la evolución del tiempo en los siguientes días.

Las masas de aire

Antes de hablar de frentes nubosos hay que definir el concepto de masa de aire. En la troposfera, se distribuyen diferentes masas de aire cuyas partículas adquieren con el paso de los días las propiedades físicas, de humedad y temperatura, que tiene ese entorno.

Una masa de aire puede ocupar millares de Kilómetros cuadrados.

Puede ser cálida cuando lo es más que las que le rodean o bien más que la superficie sobre la que se desliza.

O bien, puede ser fría si lo es más que las masas de aire que tiene próximas o si es más fría que la superficie sobre la que se asienta.

Frentes o superficies de discontinuidad

Cuando dos masas de aire con características físicas distintas se encuentran y chocan, en principio, tienden a no mezclarse, creándose entre ambas bolsas de aire unas zonas de transición que se denominan superficies de discontinuidad o frentes.

Dichas masas tendrán distintas temperaturas y humedades, con velocidades de desplazamiento diferentes, pero sus propiedades dinámicas y físicas, por lo que con el paso de las horas la masa calidad irá invadiendo el espacio que antes ocupaba la fría o viceversa.

Cuando la masa cálida es la tiende a ocupar el espacio en el que se asentaba la fría, se llama frente cálido. Y cuando es al revés y la fría tiende a invadir la región en la permanecía la cálida, tenemos un frente frío.

El frente cálido

El primer síntoma de que se aproxima un frente cálido es la aparición de nubes altas (las que se desplazan entre 6.000 y 10.000 metros de altitud.

Concretamente, debido a las propiedades físicas de las masas de aire, se produce una ascendencia del aire cálido deslizándose cuesta arriba, por un plano inclinado, sobre el aire frío presente en la zona.

El cielo, despejado, empieza a mostrar la llegada de Cirrus, y Cirrostratus, invadiendo el cielo parcial o totalmente.

Si el aire ascendente es inestable (gran velocidad ascensional) y turbulento también aparece Cirrocumulus y nubes onduladas.

Conforme el aire cálido se va apoderando de la zona, aparecen nubes en altitudes inferiores, puesto que la masa cálida va llegando a alturas entre 3.000 y 5.000 metros, el piso de las nubes medias. Aparecen los altostratus y altocumulus.

Y finalmente, si el aire cálido e inestable alcanza las capas bajas de la atmósfera se nota la presencia de los Nimbostratus, Stratus y Stratocumulus. La lluvia aparece, de forma pausada y tranquila.

Normalmente, el frente cálido se traslada a unos 25 Km/h y tras su paso, se abren grandes claros entre las nubes, de hasta 100-200 Km cuadrados de área.

El frente frío

De manera general, en nuestras latitudes, tras un frente cálido asociado a una borrasca, llega el frente frío, cuya velocidad de avance suele ser de 40 Km/h aproximadamente.

Es decir, con esta dinámica, ocurre que el frente frío alcanza al cálido, de manera que el frente frío se mete en forma de cuña bajo el cálido, ascendiendo de forma brusca la masa cálida y húmeda.

Cuando esto ocurre puede formarse una línea de turbonada, apareciendo nubes muy amenzadoras, Nimbostratus de gran grosor, con nubes bajas rotas, pannus o fractus, bajo ellas o incluso, si hay corrientes ascendentes propicias, formándose Cumulonimbus.

Se podría decir que el aspecto del cielo es el de la llegada de una muralla de nubes, que llega sin el desfile nuboso que habíamos descrito con el frente cálido, trayendo lluvias copiosas, intensas, con viento racheado e intenso a su paso.

Normalmente, llueve menos tiempo que durante el frente cálido aunque de forma mucho más generosa.

El paso del frío se registra en los barómetros de manera clara: se produce un fuerte descenso de la presión atmosférica poco antes de su llegada. Y en el termómetro, se nota una brusca caída de la temperatura cuando empieza la precipitación.

El frente ocluido

Como antes comentábamos, el frente frío va más rápido que el cálido de momento que llega un momento en que ambos frentes se convierten en uno.

En los mapas meteorológicos vemos como eso sucede antes en la zona más cercana al centro de la borrasca a la que van asociados, donde las masas de aire se mezclan antes y el aire es más turbulento y dinámico.

En el frente ocluido el tipo de tiempo no se puede describir con tanta precisión y tanto la nubosidad como la lluvia pueden presentarse con las características de uno u otro frente.

Quizás, es más probable que se observen características de frente frío en verano y de cálido en invierno.

Es decir, en verano las oclusiones tienen carácter frío mientras que en invierno tienen carácter cálido.