Llega la primera ola de calor ‘oficial’ del verano 2020. El mes de julio no ha traído, de momento, llamativos registros de temperaturas máximas o mínimas elevadas de récords, pero sí ha sido persistente en la situación de calor acusado en buena parte del Suroeste y Centro peninsulares.

Ahora, los termómetros se van a alzar aún más y sí que podremos llegar a ver registros llamativos en algunas comarcas y seguramente, se pueda hablar de que nos enfrentamos a una ola de calor, técnicamente hablando

Como suele suceder en estas situaciones los valles del Tajo y el Guadiana alcanzarán valores muy altos, pero ojo al Cantábrico Oriental y Alto Ebro: allí las temperaturas también van a sobrepasar los 40 ºC.

Masa de aire de origen africano

Desde hace semanas tanto la Península como Baleares se encuentran bajo la influencia de una masa cálida de origen africano.

Una situación habitual en pleno verano pero que este 2020 viene caracterizada por la persistencia del flujo de SE-E sobre buena parte del territorio, sin que lleguen algunos días con poniente que refresquen temporalmente el ambiente.

Esto provoca que en el Mediterráneo el verano sea más benigno, salvo el problema de la alta humedad relativa y que buena parte del Oeste e interior peninsulares, con la fuerte y prolongada insolación propia de estas fechas esté afrontando día tras día temperaturas muy altas.

Repunte del calor

Durante las próximas jornadas, esa masa de aire cálido que nos envuelve alcanzará valores más altos en todos los niveles de la atmósfera y dará lugar a una situación de ola de calor en los próximos días, con máximos de temperaturas que irán variando en cuanto a distribución espacial según las fechas según los ligeros cambios de situación meteorológica que se vayan dando.

Más de 40 ºC hasta en el Cantábrico Oriental o Alto Ebro

Por ejemplo, mañana, jueves 30, las temperaturas tenderán a subir en la cornisa cantábrica de forma extraordinaria y en la mitad noreste peninsular y Baleares de forma notable.

De esta forma, se prevé que alcancen los 40 a 42 ºC en el Cantábrico Oriental, incluso en puntos próximos a los litorales de Gipuzkoa y Bizkaia.

También, las temperaturas rondarán los 42 grados en el valle del Ebro en Navarra y la Rioja.

Igualmente, en otras zonas tan acostumbradas a estos valores en julio como los valles del sur peninsular se alcanzarán los 41 en el Tajo y Guadiana y los 42 en el Guadalquivir.

En el resto de las regiones españolas, incluyendo el interior de Mallorca, las temperaturas oscilaran entre los 37 y los 39 grados.

La excepción el litoral mediterráneo

Como decíamos al inicio de la noticia, tanto días atrás como en las jornadas venideras, solo se salvarán de la presumible ola de calor las zonas litorales mediterráneas y Canarias, donde la influencia del mar propiciará un tiempo menos caluroso, aunque no menos bochornoso.

Vaivenes térmicos

El viernes y el sábado habrá un descenso muy significativo de las temperaturas en el tercio norte, algo menos acusado en el resto de la mitad norte; en el tercio sur y este peninsulares se producirá un ascenso, mientras que en el resto se mantendrán con pocos cambios.

Las temperaturas probablemente superarán los 40ºC en áreas del sur y nordeste peninsular, y los 3638ºC en el resto de la mitad sur, mitad este, zona centro, Baleares y puntos de la mitad norte durante el viernes.

A partir del domingo 2 de agosto es probable que el descenso de temperaturas se extienda progresivamente al resto de zonas.

Es la primera ola de calor ‘oficial’

Como sabéis, para que una ola de calor sea nombrada como tal, de forma oficial, hacen falta una serie de requisitos que ya os hemos explicado.

Lógicamente, esto no quiere decir, insistimos, que no haya hecho calor, ni mucho menos.

Desde AEMET nos indican que «puede ser llamativo que hasta la fecha no se haya emitido ningún aviso por ola de calor, dado el carácter tan cálido que había tenido el mes de julio, pero realmente hasta la fecha no habían coincidido los tres criterios necesarios para la emisión de aviso especial: la emisión a su vez de avisos de nivel naranja o rojo que implicarían riesgos importantes o extremos por fenómenos poco habituales, que esos avisos se extiendan al menos al 10% de la Península y Baleares o el 30% en el caso de Canarias y que este episodio durase al menos tres días dentro de un período de cuatro».

Y que “algunas regiones de Extremadura y Andalucía se han superado los umbrales fijados para las olas de calor a lo largo del mes de julio, pero no se había dado una extensión suficiente en el conjunto de España como para emitir el aviso. Cuando termine el mes se hará una revisión de las temperaturas registradas y puede ser que, climatológicamente hablando, aparezca alguna otra ola de calor».