Mientras el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo sigue dando pasos firmes para continuar con la mejora y el desarrollo de sus herramientas predictivas mediante el plan de actualizaciones del IFS o la inminente puesta en marcha de un nuevo Centro, en el Servicio Meteorológico de Estados Unidos las cosas no van nada bien para su modelo GFS.

Según hemos podido leer esta semana en una presentación hecha pública por el organismo oficial estadounidense, la última actualización de GFS ha empeorado la fiabilidad y precisión de sus pronósticos, por lo que se están planteando si utilizar esta nueva versión o continuar con la actual hasta que llegue una nueva mejora en 2019.

Simulaciones con unos resultados decepcionantes

Cuando los pronosticadores probaron el modelo actualizado con los últimos sistemas tropicales que han tenido lugar en el Atlántico, observaron que la precisión de las trayectorias simuladas era entre un 9 a un 10 % más baja que las que obtuvo el modelo GFS en servicio.

Igualmente también hubo una pequeña caída en la veracidad de los pronósticos de trayectoria en el Océano Pacífico oriental.

Desde el NWS de EE.UU. han indicado que tras realizar 700 simulaciones sobre diferentes situaciones meteorológicas ocurridas recientemente, se puede concluir sin ningún género de dudas que la actualización que estaba prevista para implementar en 2017 empeora los resultados.

Una pérdida de calidad inaceptable

Para Bill Lapenta, director de los Centros Nacionales de Predicción del Medio Ambiente es inaceptable la pérdida de calidad de la nueva versión por lo que como responsable del Centro Nacional de Huracanes rechaza utilizar dicha herramienta para la nueva temporada de huracanes que arrancará en unas semanas.

A juicio de este experto aunque es lógico que la puesta en marcha de nuevas actualizaciones pueda provocar que ciertos aspectos del modelo meteorológico empeoren con el objetivo de que otras características mejoren, el resultado global está tan lejos de lo esperado que supone un auténtico fracaso.

Las comparaciones son odiosas

Tras el desastre predictivo del Huracán Sandy en Estados Unidos en el que el modelo GFS quedó en evidencia frente al modelo europeo IFS, la administración de Obama puso en marcha un programa para mejorar la fiabilidad del Global Forecast System.

A consecuencia de aquello fue aprobado un proyecto de ley con una inversión global de 48 millones de dólares para ser gestionados por la NOAA con el objetivo de mejorar sus operaciones de pronóstico, de los cuales 25 millones fueron directamente destinados para impulsar las capacidades de computación del modelo GFS y tratar de igualarlo (al menos) a las del ECMWF.

El resultado no ha sido el esperado y habrá que esperar a la nueva actualización de 2019 para comprobar si hay un avance. Además, el gobierno de Trump no parece apostar por la investigación en materia de cambio climático y tampoco ha mostrado interés en abordar la problemática de las herramientas predictivas del NWS.

Por todo ello el personal del Centro Nacional de Huracanes de Miami, encargado de emitir las advertencias sobre los huracanes para Estados Unidos, está presionando para que no se ponga en marcha la actualización en mayo… estaremos atentos para ver qué ocurre finalmente.

Referencia: http://mashable.com/2017/03/10/hurricane-forecasts-suffer-gfs-model-upgrade/#UZiz4djQmqqc